Ha pasado un mes y medio y no he terminado nada de lo que tenía pensado. No he terminado los trabajos del máster, he dejado el gimnasio y me han cambiado de función en el curro. A veces me da la sensación de que mi vida va a una velocidad mientras que yo me quedo inmóvil viéndola pasar y adaptándome casi que sin darme cuenta... De repente me veo hoy, domingo adiestrando a mi perro, con una cachorrita en casa que es toda una guardiana, sin tener que pensar en el kilometraje de la semana y pensando que mañana quedamos de llaver camisa amarilla... a veces creo que al menos, aunque las cosas salgan "raras" al menos siempre puedo colocarle una gotita de humor. Al final, hemos metido al perro a adiestrar, estamos metidos en el "GrupoTeide" y hemos comenzado el primer nivel de Obediencia. La cosa bien, el adiestrador que nos enseña es un poco seco pero se ve que el trato al público ha hecho mella y como que paso de esas cosillas. La nueva alegría de la casa que es una peleona y una excepcional guardiana. Me plantearon seguir en el mismo trabajo de in situ o pasar al soporte telefónico (sin accidentes, sin problemas de aparcamiento, sin estres de cordinar y planificar el dia) y una nueva experiencia de soporte "virtual" a los centros al que me adapto, pero no sé si me gusta o si estoy dando la talla... pero entre marrón y marrón, con mi compis me echo unas risas. El martes coincidimos yo y David con camisas amarillas, y hemos ido acordando traer el mismo color de camisa cada día, amarillo, verde, rojo y el viernes naranja.... y si no me equivoco mañana nos toca amarillo si no recuerdo mal... creo que en el agua de la oficina nos han echado dorgas varias... jajajaja
